Mariposas en el agua/Schmetterlinge im Wasser

Estoy a punto de comenzar mi segundo mes de estadía en Bolivia –de vacaciones todavía– y entre el montón de impresiones, ideas, sentidos y sentimientos de los que me estoy impregnando día a día, siento que a veces dejo pasar oportunidades únicas para escribir, describir y compartir mis letras… hasta hoy.

Cuando pienso en mi situación de inmigrante latinoamericana –calificada– en Alemania, hay muchas veces que me ataca la depresión, la impotencia, la bronca, la frustración, lo confieso. Quizás porque el general de los no-migrantes supone que como la mayoría, soy una “tercermundista” que llegó buscando su “sueño alemán”, no tengo nada en contra de quienes buscan este u otro sueño; pero en mi caso, ni lo uno ni lo otro, mis búsquedas y mis sueños siguen otros derroteros.

En la batalla por establecerme como profesional extranjera he tenido que tropezar con discriminaciones tanto de género como raciales –esto no tiene porqué ser un secreto–, los detalles me los reservo ahora porque lo que me ha inspirado para sentarme a escribir es la historia de una compatriota residente en Dinamarca. Se trata además de una ex compañera de trabajo, una colega de mis años de aprendiz de periodista en el único suplemento juvenil del que se tiene memoria en la prensa boliviana, Presencia Juvenil.

Antonieta Medeiros es boliviana y emigró hace algunos años a Dinamarca. Como muchas de las latinoamericanas que dieron el paso decisivo, Antonieta se enfrentó al principio a un mundo completamente distinto al conocido y habitual, me atrevo a decir que como todo migrante, ella sufrió también un “shock” cultural que es el fenómeno natural –dirían los autores expertos en el tema de la comunicación intercultural– al que se enfrentan quienes ingresan en una cultura ajena. Para explicarlo de alguna caprichosa manera, es como meter a nadar en el agua a una mariposa.

Para las latinas migrantes en general y para las bolivianas en particular es un orgullo leer las líneas que la Deutsche Welle –nada menos– le ha dedicado a Antonieta y a través de las cuales da a conocer su esfuerzo y su empeño en pos de conseguir ser reconocida como profesional extranjera. Quiero compartir en este espacio algunas frases del reportaje escrito en alemán y cuyas traducciones me he permitido subtitular a mi manera.

¿Qué ha pasado con todo lo que he hecho? ¿Se ha esfumado como por arte de magia? ¿He dejado de ser yo por estar aquí?

Am liebsten malt Antonietta Madeiros Bilder für Kinderbücher. Die Bolivianerin hat in Buenos Aires in Argentinien Design studiert und dann in ihrer Heimat Schulbücher mitgestaltet. Doch als Antonietta mit ihrem dänischen Ehemann nach Kopenhagen umzog, war ihre Karriere erst mal beendet. "Ich fand nur Jobs um Kaffee zu servieren oder um Leuten dabei zu helfen, in einen Bus zu steigen oder um Flugblätter in einer Konferenz auszuteilen." 

"Alle Bewerbungen zu qualifizierteren Tätigkeiten, die ihrer Ausbildung entsprechen, wurden zunächst kommentarlos abgelehnt, erinnert sich Antonietta. "Ich habe gedacht, ich werde hier verrückt. Ich habe meinen Lebenslauf zu vielen Agenturen oder Grafikdesign Studios gesandt. Als Antwort kam immer nur 'Nei, Tak. Nein, Danke' zurück".

Antonieta Medeiros ilustra preferentemente libros infantiles. La boliviana estudió diseño en Buenos Aires-Argentina y se ha dedicado a ilustrar libros escolares en su tierra natal. Pero cuando Antonieta y su esposo danés se mudaron a Copenhague, su carrera como dibujante llegó –temporalmente– a su final. “Los únicos trabajos que encontraba eran para servir café, para ayudar a la gente a subir a los autobuses o para repartir volantes en conferencias”.

Antonieta recuerda que todas las solicitudes laborales para ocupar puestos calificados y que respondían cabalmente a su formación profesional fueron inicialmente rechazadas y sin comentarios. “Yo pensaba que me iba a volver loca aquí. Yo había mandado mi hoja de vida a tantas agencias y estudios de diseño y la única respuesta que recibía era: no, gracias”.

El trabalenguas de la integración desintegrada en la Europa individualista y ajena

"Alles ist neu, selbst beim Kochen. Ich musste lernen, gefrorene Dinge zu kochen" sagt Antonietta mit einem schmunzeln. Auch beim Einkaufen musste die Bolivianerin ungewohnte Hürden überwinden, weil auf den Verpackungen nur Erklärungen auf dänisch, schwedisch, norwegisch oder finnisch aufgedruckt waren.

Ihr Selbstbewusstsein sank auf einen Tiefpunkt, wie bei den meisten Migrantinnen in ihrer Sprachschule. "Die ersten beiden Jahre waren wirklich hart," erzählt die Designerin. "Alle reden zwar viel über Integration. Ich denke, gleichzeitig findet ein Prozess der Desintegration statt. Viele Einwanderer verlieren ihre Identität, weil sie sich in einer ganz anderen Welt zurechtfinden müssen. Alles was sie vorher gelernt haben, ist plötzlich falsch."

“Todo es nuevo, inclusive para cocinar. Tuve que aprender a preparar alimentos congelados” dice Antonieta sonriente. Hasta para ir de compras esta boliviana tuvo que superar barreras, ya que las leyendas de los empaques del supermercado venían impresas sólo en danés, sueco, noruego o finlandés.

Su amor propio se hundió hasta tocar tierra, como les sucedió a varias migrantes en su curso de idioma. “Los primeros dos años fueron realmente difíciles” cuenta la diseñadora. “Todos hablan demasiado sobre integración. Yo pienso que al mismo tiempo lo que se está dando es un proceso de desintegración. Muchas emigrantes pierden su identidad ya que tienen que adaptarse a un mundo completamente diferente. Todo lo que han aprendido antes, se hace de repente falso”.

El artículo continúa refiriéndose al éxito que ha tenido el programa de mentores para inmigrantes en Dinamarca y que le está dando la oportunidad a profesionales extranjeras de poder integrarse al mercado de trabajo:

Auch Antonietta Madeiros hat mit Hilfe ihrer Mentorin Eva Maria Fredensborg Kontakt zu Buchverlagen und Autoren gefunden, die ihre Kinderbilder zur Illustration drucken wollten. Von ihrer Arbeit leben kann die bolivianische Designerin zwar trotzdem noch nicht wieder. Doch Antonietta Madeiros hat durch die professionellen Kontakte in Dänemark neues Selbstvertrauen gefunden – und den richtigen Pinselstrich, den auch dänische Kinder verstehen.

Gracias a la colaboración de su mentora Eva Maria Fredensborg, Antonieta también ha conseguido contactos con editoriales y autores que quieren publicar sus ilustraciones. Aunque esta boliviana no puede todavía vivir de su trabajo, ha recuperado la confianza en sí misma a través de sus contactos profesionales en Dinamarca y de sus maravillosas pinceladas que también los niños daneses son capaces de entender.

Y yo concluyo con este párrafo, moviendo las alas para continuar volando aquí y nadando sin parar allá.


El artículo completo de la Deutsche Welle se puede ver aquí.

Comentarios

  1. mientras haya mariposas que vuelen llenando los ojos del alma con pinceladas azules y naranjas
    habrá nadoras multicoles que colmen la vida de
    esperanzas

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  2. Con alas de mariposa andina y cola de sirena

    Que alegria, Ana Rosa, que el articulo de la Deutsche Welle te haya inspirado.

    La periodista buscaba un ejemplo del proyecto danes de mentores para mujeres inmigrantes profesionales. Pero no es que con una mentor zas! y ya se abren las puertas! Es la oportunidad de sentarse un par de horas al mes con una mujer danesa y conversar sobre mis proyectos, mis esfuerzos y las dificultades que surgen...es como reflejarme en un espejo "en danes", desde su mirada....e irme redifiniendo a partir de ahi.

    La fuerza esta en una misma, hay que permitirse el tiempo que tome "des-integarse" primero y luego retomar contacto con nuestra propia voz.

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  3. hola me llamo Mariana y también estoy volando y nadando ya casi 5 anos entre bolivia y claro Alemania soy migrante de suenos buscandos vivo en el norte aleman y me encantaria tener contacto contigo... te mandare mi mail ok
    un saludo desde el norte

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