Sirviente del Ladrón de Corazones

En no pocas ocasiones me pregunto por el significado de la fe y su relación con la religión que uno –ya sea por decisión propia o conferida en el bautismo– profesa. El misterio de Dios por un lado y la institucionalidad de una iglesia o un culto por el otro, no pueden verse ni entenderse como un sinónimo o como elementos inseparables. Me pregunto también si la fe que cada quien vive y el cómo la vive depende de su religión.

Harold Mendoza es boliviano, nació en Cochabamba en un día como hoy hace 35 años. Practica el hinduismo desde hace varios años y en la entrevista que le concedió a Mi voz, mi palabra nos cuenta cómo se inició como devoto y las vivencias, cambios y aprendizajes que su fe le ha permitido vivir.


Devotos.

MVMP: ¿Cuándo y cómo te convertiste al hinduismo? ¿Eras católico antes de eso? ¿Por qué cambiaste? ¿Se puede hablar de conversión en tu caso?
HM: Conocí el hinduismo en un proceso gradual durante mi niñez y adolescencia, cuando un amigo de mi madre me prestó un libro de Srila Prabhupada llamado “La Ciencia de la Autorealización”. Mientras leía el libro sentía, “yo siempre pensaba así”, “eso creo yo también”, pues sentía una identificación total con la filosofía; y así poco a poquito me fui haciendo vegetariano, asistiendo a las reuniones, y conociendo más y más sobre las costumbres y filosofía de la India.

Hice la primera comunión y el bautizo católico tradicional, y siempre me gustó y atrajo la espiritualidad; pero no siento que hice un “cambio de religión” ya que antes no era un practicante religioso católico, más al contrario, siento que mi base de información espiritual (católica)  fue complementada y enriquecida por la filosofía de la India.

Personalmente no me gustan las religiones, la idea de corporativizar la fe es un asunto que es básicamente opuesto a los principios espirituales. Entonces no me siento totalmente un convertido al hinduismo, o un ex católico. Sino un buscador de la pureza, la verdad y la felicidad más allá de cualquier denominación.

Hablar de la religión hindú es como hablar de la religión aymara o quechua, por ejemplo; no es posible separar la cultura, la historia, de su fe y su cosmovisión, sucede igual con el hinduismo, es algo totalmente arraigado a su cultura, no cuentan con papas, ministros, ministerios, ni estructura eclesial, mucho menos con una jerarquía, esa es una diferencia fundamental en el hinduismo, comparado con la religión católica tal como la conocemos hoy en día, si bien, en el pasado la fe católica y cristiana no era así.

MVMP: ¿Cómo ha cambiado tu vida con el hinduismo?
HM: Es un proceso que continúo experimentando, siento cambios cada vez, siempre aprendiendo cosas nuevas, y estudiando nuevos aspectos de la filosofía, todavía no me siento cambiado, me encuentro en un viaje maravilloso, ese es mi sentimiento.


MVMP: ¿Qué significa la fe para ti? ¿Cómo la vives?
HM: La vivo lo más felizmente posible; haciendo actividades que me llenan de alegría tangible, hago cosas como reunirme con más devotos, organizar las fiestas, que por cierto son muchas, hago las traducciones de las enseñanzas de mi Guru (maestro espiritual), y siento la fe como dicen los vedas (escrituras sagradas de la India): que la fe es el primer chispazo de amor puro por Dios.

MVMP: ¿Cómo describirías al hinduismo? ¿Qué representa la imagen de Krsna? ¿Cómo se entienden temas tales como el nacimiento, muerte, bautismo, etc.?
HM: El hinduismo plantea una forma de vida práctica en la que se sitúa al Señor en el centro de todas las actividades, y la vida se convierte en un servicio a Él.

Krsna es Dios, Dios es Uno; Jeová, Yavé, Alá, Buda, Rama. Se trata de la misma divinidad, conocida con diversos nombres, así como agua, es water en inglés o pani en hindi, etc, Krsna es el mismísimo único Dios de los musulmanes, católicos, etc.

Existe una desinformación generalizada que presenta al hinduismo como politeísta, esto es incorrecto, sólo hay una variedad de nombres para la misma divinidad. Por ejemplo, La Virgen del Rosario, La Virgen de Copacabana, del Socavón, de Guadalupe, son todas ellas la mismísima Virgen María, pero los devotos tienen fe exclusiva en una de las formas y manifestaciones de ella. Igualmente en el hinduismo, unos tienen devoción por Krsna, otros por Rama, otros por Visnu, etc., pero se trata del mismísimo único Dios.

Un principio fundamental del hinduismo es la creencia en la reencarnación, tomando en cuenta que nuestra esencia del ser es el alma, y que esta alma es espiritual, pues entonces nunca muere, simplemente se transforma; se entiende así que al momento en que el cuerpo material cesa sus funciones, el alma transmigra a un cuerpo nuevo y tomará nacimiento acorde a sus actividades y deseos previos.

Los valores humanos morales que busca el hinduismo son valores universales, la verdad, la justicia, el amor, el bien, etc. Una diferencia con la fe cristiana es que el hinduismo no cree en el Diablo. La lógica de esto es que si Dios es todo poderoso y misericordioso, por  qué existiría alguien tan poderoso que es opuesto a él que no pudiera ser derrotado y detenido. Simplemente no existe, sino el principio “Dios” no sería completo. El mal se explica desde el mal uso individual de la libertad y el desprecio por Dios. 
Es importante hacer notar que el hinduismo tiene muchas ramas de conocimiento, la que yo intento practicar es el “gaudiya vaishnavismo” que es específicamente la escuela de fe de Sri Chaitanya Mahaprabhu. Esta escuela se caracteriza por el canto del santo nombre de Dios: 
Hare Krishna Hare Krishna
Krishna Krishna Hare Hare
Hare Rama Hare Rama
Rama Rama Hare Hare

Es por esto que en la cultura occidental se nos conoce como los “hare krishnas”.

MVMP: Hace poco perdiste a tu maestro espiritual. ¿Puedes hablarnos un poco de él? ¿Qué significa tener uno y cómo influye?
Hari Rasa Das con su maestro espiritual.
HM: El maestro espiritual en la tradición hindú es conocido como Guru; basados en la lógica, todos necesitamos un maestro, para aprender a leer, para conducir, para la práctica de cualquier disciplina; por lo tanto el amor, la pureza, la espiritualidad no pueden aprenderse ni ejecutarse plenamente sin una guía.

Los vedas, o escrituras sagradas de la India, indican prácticamente en cada página, la importancia de ser guiados por un practicante puro, es decir un Guru en la plataforma de la pureza y la perfección. Básicamente la vida debe ocuparse en seguir las enseñanzas del Guru. Es por eso que para mí el Guru es un principio fundamental de mi fe, un equivalente de la importancia del Guru para mí, sería lo que es Jesús para los Cristianos. Jesús era un Guru y enseñaba verdades espirituales a sus discípulos, sobre todo con su ejemplo, pero también con sus discursos y enseñanzas prácticas. Ese es el rol del Guru, simplemente que el hinduismo recomienda como condición que el Guru debe ser alguien Vivo.

Durante varios años yo busqué ese guru ideal, y finalmente en mi corazón acepté el año 2004 a Srila Bhaktivedanta Narayana Gosvami Maharaja como mi guru. Mi relación inicial fue por cartas y leyendo sus libros, a los pocos años pude conocerle personalmente; esa es sin duda la experiencia más preciada de mi vida.

El año pasado a la edad de 91 años mi guru nos dejó, eso es algo terrible para un discípulo, sin embargo la relación continua, y la pérdida sólo es material, trascendentalmente las enseñanzas y el ejemplo de vida del Guru permanecen.

MVMP: ¿Cómo ves al hinduismo en Bolivia? ¿Se práctica? ¿Dónde y cómo? ¿Cómo lo practicas tú?
HM: El Hinduismo llegó a Bolivia a finales de los años 70, se abrieron pequeños templos en La Paz, Oruro y Cochabamba; los inicios fueron bastante traumáticos, pues lo diferente y nuevo resultó muy chocante para la conservadora sociedad dominante de ese entonces. Hubo sobre todo un evento escandaloso en La Paz, en la que el templo Hare Krsna fue acusado de tráfico de menores, sin embargo tal acusación fue derrotada en un tribunal de justicia.

En la era de la globalización, ya no tenemos esos problemas, nadie se escandaliza de ver a un devoto hindú vestido con saris o dhotis en la calle. En Bolivia existen actualmente unos 1000 practicantes del hinduismo, bien poquito número, pero la expansión de fieles no es una meta del hinduismo.

MVMP: ¿Qué significa Hari Rasa Das?
HM: Hari Rasa Das es mi nombre espiritual, cuando uno acepta iniciación en el canto del santo nombre de un Guru, también uno recibe un nombre espiritual. La Palabra das significa “Sirviente” todos los devotos hindúes tienen esa palabra al final de sus nombres. Hari es un nombre de Dios, que significa “ladrón” y Rasa significa “Corazones” en síntesis mi nombre significa “Sirviente del Ladrón de Corazones”.

MVMP: ¿Cómo te ves en el futuro respecto a tu fe?
HM: Espero poder continuar profundizando mis saberes sobre la espiritualidad, no estoy cerrado a otras fuentes de conocimiento fuera del hinduismo, sin embargo el hinduismo es lo que me gusta. Pero, de nada sirve este conocimiento si no se aplica, así que prácticamente espero en el futuro que mi fe me haga una mejor persona para los demás, sin eso no sirve la fe de nada, esa es mi opinión.

Comentarios

  1. Un buen articulo nos has traido hoy...me ha gustado...mi fe soy yo y mis seres queridos...mis enseñanzas son mis vivencias y mis libros...creo en el ser humano, en lo que puedo palpar,oler y sentir...un besote preciosa

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  2. Querido Fibonacci:
    Lindísima religión la tuya. Gracias por se el primero en comentar.
    Un abrazo,
    Ana Rosa

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  3. Muy lindo artículom enriquecedor espiritualmente, sólo hay un Dios, querramos llamarlo como lo llamemos, la fe y la espiritualidad es una virtud tan grande que se valoran entrevistas como éstas, felicidades

    Saludos enormes

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  4. Hola Taio:
    Muchas gracias!

    Mi querido asesino:
    Pienso igualmente que en la entrevista saltan a la vista elementos que nos permiten valorar la fe y la religión, no importa cuál sea.

    Un abrazo para ambos,

    Ana Rosa

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  5. Anita y Hari, esto que han compartido es muy relevante y edificante. Para quienes no somos muy amigos de la religión -que no es lo mismo que la espiritualidad-, es casi balsámico, gracias.

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  6. Gracias Tincho!
    Un abrazo,
    Ana Rosa

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  7. Pienso que no hay que centrarse en una religión, es cierto que hay que tener una religión para las creencias y prácticas de base, pero adoptar creencias y prácticas de otras religiones también es muy bueno, porque llegar a encontrar una "religión" que por sí sola llene nuestras expectativas y se adapte totalmente a lo que pensamos, creemos o a lo que podamos llegar a pensar o creer me parece imposible, al igual que tener que aceptar ciegamente una religión... creo que cada uno debería construir sus propias creencias y prácticas, para estar conectado con su espiritualidad de la mejor manera posible...
    muy buen post!!! ;) saludos!!! :D

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  8. Querido Gabriel:
    Así es, me imagino que debe ser maravilloso poder vivir la espiritualidad de manera libre, sin ataduras religiosas. Gracias por tu comentario.
    Un abrazo,
    Ana Rosa

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  9. Me gusto la entrevista que realizaste y además siempre he tenido simpatía por la armonía espiritual que se profesa en está.

    Saludos

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  10. Gracias por tu visita y comentario, Rojo.
    Un abrazo,
    Ana Rosa

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  11. gracias por los comentarios a todos, básicamente me alegra saber que mi punto de que RELIGIÓN NO ES IGUAL A ESPIRITUALIDAD ha sido apreciado :)

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  12. Hariso:
    Yo creo que además tus respuestas irradian de verdad una vivencia de espiritualidad. Gracias una vez más.
    Un abrazo,
    Ana Rosa

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  13. Me alegra ver la interesante evolución de tu blog.
    Entradas como esta donde se toca la espiritualidad y nos permite además conocer un poco más de otras religiones.
    Un beso y como siempre me hace muy feliz que visistes mi blog.

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  14. Hola A.K.E.:
    Pues es a ustedes a quienes tengo que agradecer por la evolución de mi blog.
    Un abrazo,
    Ana Rosa

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  15. Excelente me encanto
    hasta sentí escuchar su voz mientras leía, verdaderamente bueno e interesante saber maneras diferentes de edificarse.
    UN SALUDO Y UNA GRAN SONRISA PARA USTEDES!! =D
    Mayra

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  16. Hola Mayra:
    Gracias por tu visita y comentario.
    Un abrazo,
    Ana Rosa

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