Avena, centeno, cebada, trigo; todos cereales que pueden
consecharse en Alemania, pero ¿cómo hacemos para diferenciar una planta de la
otra? ¿Cuál
es cuál? (La solución, mañana en este mismo blog ;)) Hoy los niños del tercer
grado (paralelo a) se ocuparon de este tema en la clase de Sachkunde (ciencias
naturales). Algunos de ellos conocen muy bien cada una de estas plantas y sus
características principales, pues se trata de niños que provienen de pueblos en
los que sus padres o abuelos se dedican a la agricultura. Tengo que reconocer
que durante toda la década que pasé en Alemania jamás fui capaz de diferenciar
estos cereales con los que se hacen panes de todo tipo (el Roggenbrot por
ejemplo, pan de centeno).
El tercer grado (paralelo a) tiene como jefe de curso al
único profe varon de la escuela. Son 12 niños en total, 6 varones y 6 niñas.
Como es común en las escuelas, suele suceder a veces que los o las más
revoltos@s están juntos en la misma clase, así sucede también en el tercero a
de la primaria del Bosquecillo de los Robles. A muchos niños les cuesta prestar
atención por periodos largos y se distraen con facilidad. Sobre todo en el
tercero a como en el tercero b se imparten las clases –como decimos en español–
de forma bancaria o „frontal“ como la llaman en alemán. Esta educación bancaria
es la que predomina en la primaria am Eichenhain. Como me explican algunas
colegas de la escuela, es un poco complicado hacer otro tipo de actividades en
el aula puesto que los chicos se dispersan con rapidez. Personalmente pienso
que también tiene que ver con cierta cultura educativa que es diferente en cada
país. A mí me costaría un poco no
hacer actividades que impliquen movimiento en el aula, por lo menos esa es mi
experiencia como profesora de alemán como lengua extranjera. Es muy difícil
hacer todas las clases solo con juegos y dinámicas, pero el movimiento permite
una forma de aprendizaje activa que favorece la retención de contenidos en el
cerebro. Pero repito, yo soy profe de alemán como lengua extranjera y no sé
cómo me vendría dar clases de matemáticas o de enseñanza global, habrá que
probar.
El consejo estudiantil o Klassenrat funciona de forma un poco distinto al del cuarto grado, según me contó el jefe de curso, es él quien todavía dirige activamente las sesiones del consejo, por lo menos hasta que los chicos tomen el asunto con mayor responsabilidad y en sus propias manos.
Aquí, en el estado de Rheinland-Pfalz, los niños asisten a
la escuela primaria hasta el cuarto grado. Al culminar este ciclo tienen dos
opciones para seguir su formación: los que hayan demostrado un rendimiento
académico notable pueden asistir a un Gymnasium, es decir un instituto de
enseñanza secundaria al que van en Alemania los estudiantes que posteriormente
quieren seguir estudios en una universidad. Los alumnos que no demostraron tal
rendimiento pueden ir a una Realschule o Realschule Plus o instituto de
enseñanza al que asisten los estudiante que porteriormente quieren cursar
estudios superiores de ciencias aplicadas (técnicas). Lastimosamente esta
clasificación suele marcar la vida de un estudiante y ojo que este
pensamiento no es mío, esa es la
opinión de los colegas por aquí. Personalmente pienso que un niño de cuarto
grado no es lo suficientemente maduro como para saltar a un nivel de Gymnasium;
sin embargo ese es el sistema que funciona hasta ahora. En última instancia son
los padres los que deciden a qué escuela enviar a sus hijos después de la
primaria y ya que la mayoría apunta a un grado universitario, hay muchos niños
que fracasan en el Gymnasium, esto es lo que me comentó Christiane.
A otra cosa. Hoy surgió la idea de que mi pequeño grupo de
alumnos que aprende español preparara la primera celebración de navidad de la
escuela. Me emocionó la idea y en el acto me puse a buscar una sencilla canción
de navidad para que mis chicos la interpreten el 27 de noviembre que es,
además, mi último día en la escuela.
Hoy Christiane, la directora de la escuela y mi anfritriona
me visitó en la clase de español y aprendió con nosotros a saludar y los
colores. Con ella también practicamos las primeras líneas de noche de paz,
noche de amor. Tengo dos niños, de tercer y cuarto grado respectivamente, que
aprenden con rapidez. Mi grupo de español es un grupo multigrado, pero al
momento de jugar y de aprender eso no le importa a nadie.
Por cierto que el despertador y yo hemos tenido un pésimo
momento el día de hoy. El con su cantaleta a las 5:45 y yo con mi sueño hasta
las 6:11. Pero como ya lo había mencionado antes, nuestra relación funciona.
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