Aprendiendo a enseñar 9: 19 de noviembre





Son las cuatro de la tarde y nueve minutos de un 19 de noviembre que me hace temblar de emoción. Simón, mi hijo menor, cumple hoy 7 añitos y todavía me parece ver sus 55 centímetros y 4.090 gramos entre mis brazos el día que nació. El 19 de noviembre aquel, la ciudad de Karlsruhe amaneció vestida de blanco por la nieve. Era otoño. Hoy las calles de Hasborn, el pueblecito en el que se encuentra la primaria del Bosquecillo de los Robles están empapadas de lluvia, anuncio de la nevada que caerá en los próximos días. No me queda duda de que Dios es el creador de sorpresas más impresionante que hay, lo digo porque jamás hubiese pensado estar en un día como hoy en esta Alemania que permanence en mí.

Hoy me desperté en Bolivia y creo que pasé buena parte de la mañana allí, abrazando a mis pequeños y a mi media toronja. Pero el tiempo no se detiene y hoy me tocó dar clase de Landeskunde sobre Bolivia en el primer grado, paralelo a y en el cuarto grado. A los niños de cuarto les conté que La Paz está como a 4000 metros sobre el nivel del mar. Christiane me ayudó con la referencia del Erbeskopf, el pico más alto de Rheinland-Pfalz que tiene más de 800 metros de alto. Entonces los niños calcularon que La Paz se encuetra a una altura cinco veces mayor que la del Erbeskopf. Inimaginable. El nombre del lago Titicaca ocasionó risas; hay palabras que no necesitan traducción.

Por la tarde me tocó la clase de español, cada vez se suman más niños al grupo y es lindo verlos aprender. Estamos preparando nuestro pequeño coro navideño y aunque el canto y yo no somos precisamente de la misma estirpe, nuestra canción está saliendo adelante. Ayer le dije a Christiane que he vuelto a dar clases de español después de varios años y es la primera vez que lo hago con niños. Aquí se puede ver una pequeña publicación sobre la actividad realizada hoy con el cuarto grado.

Y se acabó por hoy. Me voy a tomar el nublado de la calle, a caminar un poco y a brindar (con agua de lluvia) por la vida y las sorpresas de papá Dios.

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