Metáforas en
carne viva

Benjamin Griveaux
no tuvo un festejo de San Valentín con rosas y chocolates. Su 14 de febrero se
convirtió en una pesadilla después de que el artista ruso Piotr Pavlenski
hiciera público un vídeo de carácter sexual en el que aparecía involucrado con
una mujer que no era su esposa. A un mes de las elecciones municipales en la
capital francesa, Griveaux no tuvo más remedio que declinar su postulación y
dejar sin candidato al partido oficialista denominado La República en Marcha,
del que es miembro Emmanuel Macron, presidente de Francia. Así también se fue
en picada el tercer lugar que el candidato del oficialismo había alcanzado en las encuestas de
intención de voto realizadas en la ciudad luz.
Hasta allí el
escándalo sobre el que han reaccionado los políticos franceses condenando la difusión
de las imágenes en cuestión y la violación de la vida íntima del candidato. Anne
Hidalgo, actual alcaldesa de París y candidata a la reelección, señaló
igualmente su repudió y apeló al respeto de la vida privada de las personas.
Ahora miremos a
quien presuntamente estuvo detrás de la publicación del video. Se trata de Piotr
Pavlenski, un activista político que abiertamente se ha declarado en contra del
régimen del presidente Vladimir Putin y que en distintas oportunidades ha
utilizado su cuerpo como elemento viviente y sufriente de sus polémicas performances
de protesta. Pavlenski aseguró haber
hecho público el vídeo que hundió al candidato francés debido a la hipocresía que éste demostraba siendo padre de tres hijos
y presentándose como un candidato que defiende los valores familiares, cuando
en realidad lleva un estilo de vida completamente diferente. Sin embargo la divulgación de tal video parece ser una de las "obras de arte" menos estremecedoras e inofensivas atribuidas a este "artista".
Tras haber
incendiado una de las puertas de la antigua sede de la KGB en Moscú, Pavlenski
salió de Rusia y se asiló en Francia en mayo de 2017. Ese mismo año fue
condenado a diez años de prisión en su país natal por supuestas acusaciones de acoso sexual "sin
fundamento". El artista se declaró perseguido político por el régimen de Putin y
logró que la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas le
concediera la condición de refugiado político. Al parecer este estatus le permite al ruso continuar
con su activismo político sin restricción alguna en el país europeo que lo
acogió. Al menos sabemos por experiencia propia los bolivianos que tanto en
México como en Argentina se cuecen habas cuando de refugiados o asilados políticos
se trata. En todo caso, a Piotr no le importa pasar tiempo en los calabozos
franceses, como fue el caso tras haberle prendido fuego a la fachada de una de
las sucursales del Banco de Francia en plena Plaza de la Bastilla en Paris. La
justicia lo condenó a tres años de cárcel, mientras que él se limitó a explicar
que el objetivo de su performance artística era la de recordarles a los
parisinos la importancia que tuvo la Revolución Francesa y la lucha por la
libertad.
Estando todavía
en Rusia y apelando a la autoflagelación como forma de expresión y protesta,
Pavleski se presentó desnudo sobre la tapia de un hospital psiquiátrico de Moscú
y se cortó el lóbulo de una oreja con un enorme cuchillo. Al referirse al
hecho, el artista de los extremos dijo que “el cuchillo separaba el lóbulo de la oreja como la valla del centro
psiquiátrico separaba la sociedad entre cuerdos y dementes”. A raiz de tan sangrienta inspiración, Piotr fue sometido a pruebas psiquiátricas que arrojaron como resultado que tenía todos sus tornillo en el lugar que le correspondían. Así que loco no está.
Un año
antes, el 2013, Piotr fue nuevamente el centro de la polémica cuando “clavó su propio escroto a un adoquín de la Plaza
Rojade la capital rusa”. Con esta “metáfora de la apatía”, pretendía mostrar la “indiferencia política y la
fatalidad de la sociedad rusa contemporánea”.
Otra de sus “provocaciones
artísticas” ocurrió en 2012, cuando Pavlenski envolvió su cuerpo desnudo en una
especie de capullo hecho de alambre de púas. De esta dolorosa forma protestó contra
la prohibición de la propaganda homosexual, la ley sobre el agravio de los sentimientos de los creyentes y otras
leyes relevantes en Rusia. “Un cuerpo humano desnudo, como un
cadáver, sin nada sobre él, a su alrededor un alambre inventado para proteger
este ganado doméstico. Estas leyes, como el alambre, mantienen a la gente
dentro de leyes individuales…”, manifestó en esa oportunidad.
A Piotr lo
califican de extremista, extravagante, demente. Lo cierto es que su arte subversivo estremece, su
activismo político inquieta y pone literalmente sus metáforas de protesta en carne viva. No hay límites para el "arte".
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